lunes, 13 de enero de 2014

FISIOTERAPIA Y REHABILITACIÓN




ORTOPEDIA - GENERALIDADES

GENERALIDADES
Concepto de Ortopedia y Traumatología

El nombre genérico de "Traumatología", que define aquella parte de la medicina que se dedica al estudio de las lesiones del aparato locomotor es en la actualidad insuficiente, ya que esta especialidad se extiende mucho más allá del campo de las lesiones traumáticas, abarcando también el estudio de aquellas congénitas o adquiridas, en sus aspectos preventivos, terapéuticos, de rehabilitación y de investigación, y que afectan al aparato locomotor desde el niño hasta la senectud.
Actualmente en muchos países se usa el nombre de "Ortopedia" para referirse al estudio de las enfermedades del tronco y las extremidades, pero la tradición del uso de la palabra "traumatología" hace que la palabra "ortopedia" excluya las lesiones traumáticas.
Por lo anteriormente señalado se denomina a esta especialidad como "Ortopedia y Traumatología".
La palabra ortopedia empezó a usarse en el Siglo XVIII con la publicación por Andry, en el año 1743, de su trabajo "Ortopedia o el arte de prevenir y corregir en los niños las deformaciones del cuerpo". Este autor simbolizó esta rama de la medicina con la figura de un árbol torcido, el cual, para corregir su crecimiento, se encuentra atado fuertemente a una estaca (Figura 1). Este símbolo representa a la especialidad y lo llevan como logotipo las Sociedades Científicas que se preocupan de su desarrollo, entre otras, la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología.
Etimológicamente la palabra ortopedia proviene del griego, orthos = derecho y paidos = niño, basada en las frecuentes deformaciones esqueléticas en los niños debidas a poliomielitis, tuberculosis, alteraciones congénitas y otras.
Evidentemente el hombre, desde la prehistoria y nacimiento viene enfrentando los traumatismos en su permanente lucha por la sobrevivencia.
Figura 1
Arbol de Andry, símbolo de la Ortopedia y Traumatología.
Los primeros documentos escritos que describen lesiones traumáticas y ortopédicas, se encuentran en los papiros egipcios de alrededor de 2000 años a. de C. (papiro de Eden Smith).
Posteriormente aparece Hipócrates (460-377 a. de C.), reconocido como Padre de la Medicina y como uno de los grandes precursores de la ortopedia, a través de sus obras como el "Tratado de las fracturas" y el "Tratado de las articulaciones", donde describe el cuadro clínico de las luxaciones traumáticas y congénitas de la cadera, las artritis supuradas, el pie bot, y algunos métodos terapéuticos con principios similares a los de la actualidad, como la introducción de la tracción en el tratamiento de las fracturas.
Durante el Siglo XIX hubo un gran desarrollo de la ortopedia mediante el uso de métodos terapéuticos mecánicos, pero paralelamente, hacia fines de este siglo, se inicia el desarrollo de la cirugía, gracias al empleo del conocimiento de la asepsia, antisepsia, y la anestesia, dando las bases para el desarrollo de la cirugía general, incluyendo la cirugía ortopédica. Por esto hoy hablamos de los métodos terapéuticos conservadores, como los tratamientos ortopédicos, para diferenciarlos de aquéllos en que se emplea la cirugía, denominándolos métodos quirúrgicos, a pesar que todos ellos forman parte de la ortopedia. El gran auge de la cirugía ha hecho denominar a la especialidad como "cirugía ortopédica" o "cirugía del aparato locomotor". A fines del Siglo XIX Wilhelm Conrad Roentgen (1895) realizó el sensacional descubrimiento de los rayos X, que significó un gran avance en el diagnóstico de las lesiones del aparato locomotor.
Actualmente, a través del gran desarrollo ocurrido durante el siglo XX, la especialidad ha tomado un impulso incalculable a través de las posibilidades de recuperación que ofrece a los pacientes que sufren traumatismos cada vez más frecuentes y de mayores proporciones. Además, el aumento del promedio de vida de las personas se traduce en un mayor número de lesiones osteoarticulares degenerativas e invalidantes. Es así como en la segunda mitad de este siglo, han alcanzado un gran desarrollo la cirugía de los reemplazos articulares, la cirugía de la columna, la cirugía artroscópica, el manejo quirúrgico de las fracturas a través de las distintas técnicas de osteosíntesis, la cirugía reparativa, etc., que prometen en el futuro una gran actividad médico quirúrgica en la mejoría de los pacientes afectados por una patología del aparato locomotor.

DEFORMIDADES TORSIONALES DE MIEMBROS INFERIORES

El tratamiento de los defectos torsionales de los miembros inferiores durante el desarrollo posnatal continúa siendo en la actualidad objeto de controversias y desacuerdos entre los cirujanos ortopédicos. Se presenta una revisión exhaustiva a la luz de la bibliografía más reciente sobre sus diferentes aspectos, tales como, la etiología, el diagnóstico, las alteraciones funcionales y los procederes terapéuticos utilizados, ya sean conservadores o quirúrgicos. Al margen de la tendencia a la corrección expontánea y lo usualmente poco incapacitantes de estos vicios de torsión, se evidencia la necesidad de un diagnóstico exacto de su localización, permitirá la aplicación de una terapéutica precoz realmente efectiva. Por su asociación con la patología torsional y los frecuentes errores diagnósticos, se describen además los elementos esenciales en el reconocimiento y tratamiento del metatarso varo congénito.


DeCS: EXTREMIDADES; DISTONIA MUSCULAR DEFORMANTE/congénito; NIÑO; ADOLESCENCIA.
Los trastornos rotacionales de los miembros obedecen a causas psicógenas, espásticas y torsionales.1 Las torsiones de los miembros inferiores se producen como parte de los cambios morfológicos para adaptarse a la marcha y la bipedestación, pero cuando exceden o no alcanzan los valores normales son verdaderas deformidades y provocan alteraciones funcionales pues limitan la concatenación de movimientos, alteran la morfología del pie y la rodilla, provocan disfunción patelofemoral,2 y aunque en la práctica clínica no se ha comprobado,3,4 producen hiperpresiones articulares que llevan a situaciones preartrósicas 5 o se asocian en teoría con artrosis.6


Desarrollo

Se ha demostrado que a partir del 3er-4to mes de la gestación la extremidad inferior comienza a girar hacia adentro para colocarse en sentido anteroposterior, además se torsiona el cuello femoral hacia delante, hasta alcanzar al final de la gestación 25-50°, lo que disminuye progresivamente en los primeros años de la vida (fig. 1).
Al terminar el crecimiento quedan unos 15° de anteversión femoral (fig. 2), igualmente la tibia pierde rotación interna de aproximadamente un grado por año, de manera que el lactante tiene unos 5° de rotación externa, en la niñez 10° y aproximadamente 20° en adultos. Esto permite que durante el apoyo la cadera, merced a la anteversión, quede perpendicular a la marcha, mientras que la torsión externa de la tibia lleva al pie a quedar casi paralelo al sentido de la marcha.7,8
Fig. 1. Torsión progresiva hacia adelante del cuello femoral (anteversión), alcanzando al final de la gestación de 25 a 50o.

Fig. 2. Ángulo de anteversión femoral normal (15°) al terminar el crecimiento.


En la atención primaria son frecuentes las consultas por estas afecciones y no siempre es fácil su localización exacta. Lo disperso de la bibliografía, las múltiples variantes de tratamiento y lo controvertido de la decisión quirúrgica nos motivaron a una revisión de las tendencias actuales en su diagnóstico y tratamiento.


Etiología


Se han considerado diversos factores:
  1. Alineación fetal persistente: Los 2 tipos morfológicos normales del recién nacido (adducción o abducción de las caderas) deben desaparecer a las pocas semanas de vida.7
  2. Herencia: La anteversión y la rotación tibial interna tienen un carácter hereditario autosómico dominante.2,8
  3. Posturas viciosas mantenidas:

a) Durante el sueño2,9,10
  • Decúbito prono con rotación interna de los pies: Puede provocar rotación interna de las caderas, torsión tibial interna, genu varo, pie equino y metatarso varo.
  • Decúbito prono con rotación externa de los pies: Puede ocasionar rotación externa de las rodillas, pie valgo o equino.
  • Decúbito prono con rotación neutra de los pies: Puede llevar al pie tarso equino.
  • La posición en rana: Puede producir rotación externa de las caderas o rodillas, valgo o abducción de los pies.
b) Hábitos al sentarse en posición de sastre, sastre invertido u otros que pudieran alterar la evolución normal.5,11,12

4. Desequilibrio muscular por hipotonía o hipertonía, espasticidad, parálisis, traumas, rigideces o fibrosis      musculares.13
5. Laxitud de las cápsulas, tejidos, aponeurosis y tendones, producidos por diferentes entidades.8
6. Afecciones metabólicas que alteran la resistencia o la adaptación del tejido óseo.14
7. Alteraciones de las epífisis producidas por patologías que afectan su desarrollo normal.7

Tipos
Las torsiones se presentan en un extremo óseo o en ambos, y pueden ser internos o externas, en el mismo sentido (aditivas), o en sentido inverso (compensadoras). En el fémur proximal se describen la anteversión y la retroversión femoral; en el extremo distal suelen acompañarse de torsiones proximales de la tibia, y como ambas epífisis se encuentran unidas, se habla de torsión interna o externa de la rodilla. En el extremo distal de la tibia se aprecia torsión interna y externa.
Exploración de las variantes torsionales:3,9,12

a) Ángulo de progresión del pie (APP): Observando caminar al niño, se determina el ángulo entre el eje del pie y la línea de progresión en el piso, se expresa con signo negativo o positivo, y son anormales cifras mayores de + 20° para la torsión externa y de - 5° para la torsión interna (promedio de 10°).
b) Ángulo de rotación de las caderas (ARC): En decúbito prono con las rodillas en 90° y la pelvis nivelada, se permite la miembro explorado caer hacia afuera para la rotación interna, o adentro para la rotación externa, denota el ángulo entre la vertical y el eje tibial. Varía con la edad, en el lactante la rotación externa es máxima (± 90°), en la niñez disminuye y se equipara con la interna; al terminar el crecimiento el varón tiene usualmente mayor rotación externa, mientras que en la hembra se igualan o es un poco mayor la interna. La suma de ambas rotaciones es de 100°, aunque normalmente la rotación interna no excede de 70°. Se diagnostica como rotación mínima de 70 a 80°, moderada entre 80 y 85° y más de 85 se considera con marcada rotación interna.
c) Ángulo muslo pie (AMP): En decúbito prono con flexión de 90° de la rodilla y el tobillo. Se establece que el ángulo entre los ejes del muslo y el pie normalmente es de 10 a 30°; si es menor, hay rotación interna de la tibia, y si es mayor, hay rotación externa. Para un diagnóstico correcto es necesario tener en cuenta la edad del niño, explorar cada miembro repetidas veces y conformar el perfil torsional para su análisis posterior.

Diagnóstico y tratamiento

Anteversión femoral
Es el defecto torsional más frecuente14, el eje del cuello femoral gira exageradamente hacia delante con relación al eje transcondíleo del fémur. Su mayor expresión clínica ocurre entre los 4 y 8 años7 con tendencia a la corrección espontánea alrededor de los 7 años,10 y puede compensarse por una torsión tibial externa, o un cambio en la inclinación del acetábulo y agravarse por una rotación tibial interna.5,11,15
Es generalmente bilateral, afecta más el sexo femenino (2:1), suelen dormir boca abajo con las caderas flexionadas y los pies en rotación interna, al deambular a veces los pies giran hacia adentro 90°, tienen caídas frecuentes, se sientan en posición de sastre invertido y la rotación externa de las caderas disminuye. El APP es mayor de -5° y el ARC interno de más de 70°. Desde el punto de vista radiográfico tradicionalmente se emplea la técnica de Rippstein o el método de Dunlop y Shander.2,16 La tomografía (TAC) aporta los datos de mayor exactitud, siendo de elección en el preoperatorio,17,18 mientras que la ecografía (US) permite constatar la evolución del tratamiento, empleándose generalmente el método de Elke por su sencillez.19,20
El tratamiento conservador incluye el fisioterapéutico (inicial y obligado para corregir los desequilibrios y retracciones),4 el postural (evitando posiciones viciosas durante el sueño o al sentarse), y por último, una variada gama de ortesis como son la férula de Hoffman, la férula de Miralles, la férula de Inmoyba, la férula CRS y la férula de Dennis Browne.2,5 Staheli3 señala que las cuñas en el calzado son ineficaces.
En cuanto al tratamiento quirúrgico (osteotomía desrotadora femoral), existen criterios controvertidos. El candidato potencial es aquel niño con alteraciones funcionales que no evoluciona satisfactoriamente.15,21 Somerville7 lo indica después de los 8 años con anteversión mayor de 45° y abolición de la rotación externa. Para Staheli,3 solo si hay incapacidad funcional y estática importante, tomando muy en cuenta la edad y otras anomalías asociadas; a veces es necesario realizar una osteotomía desrotadora de la tibia si es notable la torsión externa secundaria.
Retroversión femoral
Se produce cuando el ángulo de retroversión es superior al que corresponde con la edad. Duermen boca arriba con los pies en rotación externa, al deambular recuerdan la marcha de Charlot,22 y se sientan en posición de sastre. El APP es mayor de + 20° con un ARC externo aumentado,4 los estudios radiográficos, la TAC y el US tienen características similares a la anteversión.
El tratamiento no quirúrgico para algunos es poco eficaz,15,22 solo tiene importancia dentro de él las ortesis.2 El criterio quirúrgico también es de excepcional indicación en niños mayores de 8 años con abolición de la rotación interna.23 En Cuba, para ambos casos, se utiliza el tratamiento conservador en espera de la corrección espontánea que habitualmente se produce, y se examina el niño cada 6 meses. La férula de Dennis Browne en ocasiones es ineficaz, y además puede producir deformidades en los pies. No son necesarios estudios imagenológicos a menos que haya inestabilidad de las caderas.23
Torsión interna de la rodilla
Suele acompañar a la anteversión, el genus varo y a la torsión tibial interna.2,24 Al deambular, las rodillas contactan una con otra e imposibilitan la carrera, al estar las rótulas dirigidas hacia adentro. Cuando se acompaña de anteversión y torsión tibial externa, se produce la triple deformidad de Judet, en la que la tuberosidad tibial está desplazada hacia afuera junto al ligamento rotuliano y la rótula hacia adentro, lo que aumenta el ángulo Q con hiperpresión del compartimiento externo.6,13,25
Las ortesis son de difícil indicación por ser torsiones de signo contrario, por lo que adquiere un papel preponderante la cirugía (osteotomía supratuberositaria desrotadora de la tibia) cuando no se corrige antes del final del desarrollo y hay trastornos funcionales, para normalizar así el aparato extensor.6,25

Torsión externa de la rodilla
La alteración funcional depende del estado torsional del cuello femoral y la pierna. Cuando hay anteversión es compensadora y no es grave el trastorno,23 pero si se asocia a torsión tibial externa, la marcha será en rotación externa marcada.
Ambas torsiones de la rodilla tienen una medición clínica difícil ya que los elementos diagnósticos no son evidentes.6 Al flexionarse las rodillas en bipedestación y con los pies en el plano sagital, puede comprobarse que estas se aproximan si la torsión es interna o se separan si es externa.16,22 La TAC es muy exacta y además de informar la torsión de las rodillas, documenta sobre el estado torsional del resto del miembro.17,18
Torsión tibial interna
El eje del pie no corresponde con el eje de la rodilla, su grado depende de la edad y es variable de una persona a otra. Durante los 2 primeros años de vida es común en un grado mínimo, lo que debe invertirse normalmente con el crecimiento. De persistir tiene tendencia a la corrección entre los 7 y 8 años.14 Deambulan con los pies hacia adentro, propiciando el valgo del calcáneo y prominencia del escafoides.26 Se asocia con anteversión femoral, torsión interna de la rodilla y metatarso varo.12,27 El APF es de más de -5° y el AMP será menor de 10°.

Torsión tibial externa
Casi todos los niños y adultos caminan con ligera rotación externa, y en los casos exagerados se constatan los pies talus. Suelen dormir boca abajo con los pies hacia fuera, deambulan recordando la marcha de Charlot,2 con falta de estabilidad y caídas frecuentes.
El AFP es mayor de +20° y el AMP mayor de 30°. Tachjian28 plantea que la medición de ambas torsiones es mejor hacerla con el niño sentado en el borde de la mesa, con las rodillas en 90°, midiendo el ángulo entre la espina de la tibia y el segundo rayo. Los estudios radiográficos aportan mayor exactitud en adolescentes y adultos, mediante los métodos de Nachlos o el de Hulter y Scott, también se emplean la TAC y el US.
Para la torsión tibial interna se indica tratamiento en los casos exagerados, después de los 2 años sin corrección espontánea y con antecedentes familiares, utilizando ortesis en los casos rebeldes: fémura de Dennis Browne (nocturna, a partir de los 18 meses, con rotación externa de 30-35°, y si es unilateral en el lado sano se coloca solo en 10°; cintas elásticas (twister) (con orejuela externa en niños mayores de 2 años y hasta los 10); férula de Sabel; férula de Saint Germain; férula de Clubax; férula de Inmoyba y la CRS.2
Igualmente, se empleará un calzado adecuado para evitar acciones no deseadas en el pie y se revalorará al niño cada 3 meses hasta que el AMP muestre una rotación externa normal. El enyesado no se justifica,3 y el proceder quirúrgico (osteotomía derotadora supramaleolar), coloca el eje del tobillo en 15° de rotación externa en niños mayores de 8 años con incapacidad funcional.12,26
Para la rotación externa hay similares pautas de tratamiento. Tachdjian28 refiere que no se corrige espontáneamente, e indica tratamiento precoz, sobre todo si es mayor de 25°, empleando la férula de Fillauer o de Dennis Browne, colocando el pie en posición neutra. El proceder quirúrgico solo está indicado en niños mayores de 10-12 años.
En nuestro país se utilizan las férulas de Dennis Browne y los twister con las correcciones correspondientes en cada caso. Es importante también saber si los padres o hermanos padecieron esta deformidad de forma persistente, lo que alejaría la posibilidad de una corrección espontánea. El proceder cruento es poco usual.
Aunque no constituye un vicio torsional, por su frecuente asociación y confusiones diagnósticas, describiremos las peculiaridades del metatarso aducto o varo congénito. Se plantea que los 2 términos son innecesarios y se asume solo el de varo.29 El antepié se coloca en varo con relación al retropié, provocando una marcha con desviación interna de los dedos; el borde externo del pie es convexo y puede encontrarse un pliegue transverso en su borde interno, y no hay explicación para esta deformidad.30,31 Puede ser móvil (corrección pasiva) o fija (menos frecuente), desaparecer en las primeras semanas de vida (flexible) o persistir y requerir tratamiento (rígido).
Habitualmente se corrige espontáneamente, y el 10 % es progresiva y rígida. Se asocia con anteversión femoral, torsión tibial interna, pie zambo, displasia de cadera o del acetábulo, y provoca que el galeno poco experimentado no logre un diagnóstico preciso.32
De acuerdo con la posibilidad de abducir el antepié, el metatarso varo se clasifica en leve, moderado o grave.33
El tratamiento para estas cosas es esencialmente conservador, llevando el pie en posición contraria varia veces al día, así como la corrección postural durante el sueño. En los casos moderados y severos es mejor la distensión sucesiva con bota de yeso bien moldeada a partir de los 3 meses, que se cambia periódicamente durante 6-12 semanas, seguido de un calzado de Norma Invertido o recta por 1-2 años. De asociarse a defectos torsionales se utilizarán los métodos descritos para estos casos.1,29,30
Para el proceder quirúrgico existen múltiples técnicas sobre partes blandas y hueso, en deformidades severas, persistentes, dolorosas y antiestéticas o que dificulten el uso del calzado.32-34 La clínica Campbell32 recomienda en niños entre 2 y 4 años, una capsulotomía tarsometatarsiana, y en niños de 4 o más años osteotomía en cúpula múltiple u osteotomía doble, medial en la cuña y lateral en el cuboides, seguida de un enyesado y del cambio del calzado previo y apropiado.1 En nuestro medio se siguen similares pautas de tratamiento.
En resumen, la terapéutica de estas deformidades estará condicionada por la gravedad de la lesión y la edad, y es importante conocer los mecanismos torsionales, su localización exacta y la tendencia a la corrección espontánea de no existir un antecedente hereditario persistente, lo que evitará iatrogenias o ineficacias terapéuticas.

DEFORMIDADES ANGUALRES DE MIEMBROS INFERIORES - I

DEFINICIÓN
Las deformidades angulares de los miembros inferiores se refieren a aquellas que ocurren en el plano frontal. El genu varo es una deformidad en la cual las rodillas se encuentran lejos una de la otra (hacia fuera); el genu valgo es la situación contraria, en donde las rodillas están juntas y los pies separados (vértice rodilla interno).
JUSTIFICACIÓN
La consulta por deformidades angulares en miembros inferiores es frecuente pues constituye un motivo de preocupación importante para los padres. El diagnóstico puede llegar a ser un desafío para el médico ya que el tema puede no abordarse con la suficiente profundidad por considerarlo una condición benigna, o por el contrario magnificar su significación sometiendo al paciente a estudios radiológicos innecesarios o tratamientos tortuosos e inefectivos.
El medico familiar debe estar en la capacidad de evaluar estar deformidades angulares y distinguir entre las condiciones fisiológicas normales del desarrollo y las patológicas que requieren evaluaciones adicionales.
DESARROLLO DEL TEMA
¿QUÉ ES LO NORMAL?
El trabajo de Salenius y Vankka (1975) quienes determinaron mediante clínica y por telerradiografía la progresión de los ángulos de las extremidades inferiores en 1300 niños se ha convertido en la base para definir lo normal de lo patológico. Los resultados mostraron que antes del año de vida existe una marcada posición en varo de las piernas que comienza a cambiar a valgo a partir de los 18 meses. La posición de las piernas en valgo puede ser extrema a los 4 años y llegar a ser de unos 5 a 6 grados a los 7 años.
Los siguientes parámetros son los aceptados como normales:
  • Recién nacido y lactante menor: Discreto genu varo y torsión tibial interna
  • 18 – 24 meses de edad: Ángulo muslo pierna de 0° y la conformación angular se invierte
  • 2 años – 4 años: Genu valgo progresivo
  • 7 – 8 años: Alineación discretamente valga de los adultos
¿QUÉ ES ANORMAL?
Se considera anormal todo aquello que esté dos desviaciones estándar por encima o por debajo del promedio para la edad. Sin embargo, para simplificar, los siguientes parámetros son considerados como anormales:
Genu varo patológico:
  • Niño que presenta alguna(s) de las siguientes características:
  • Genu varo > 15° en ángulo muslo-pierna
  • Distancia intercondílea mayor de 3 cm
  • Genu varo de cualquier magnitud en un niño mayor de 24 meses
  • Genu varo > 15° en ángulo femorotibial (Rx panorámica miembros inferiores)
Genu valgo patológico:
  • Niño que presenta alguna(s) de las siguientes características:
  • Distancia intermaleolar > 9cm
  • Angulo muslo-pierna > 10° de valgo
  • Angulo femorotibial > 7° en niños > 7 años (por radiografía panorámica)
  • Angulo femorotibial > 9° en niñas > 7 años (por radiografía panorámica)
OTRAS CONSIDERACIONES DE ANORMALIDAD
Los siguientes hallazgos en la historia clínica o en el examen físico se deben considerar anormales:
  • Asimetría en conformación angular de miembros inferiores
  • Deformidades angulares acompañadas de baja talla (Percentil < 5)
  • Displasias esqueléticas
  • Enfermedades metabólicas (Raquitismo)
  • Asociación con inestabilidad de rodilla
  • Agenesia de ligamentos cruzados
  • Hemimelia fibular
  • Presencia deformidades angulares múltiples y características dismórficas: Osteogénesis imperfecta y displasias esqueléticas.
ENFOQUE DIAGNÓSTICO
La historia clínica es la piedra angular. La exploración de la marcha es fundamental, aunque no siempre es fácil en el niño, quien, al sentirse observado, corrige, o al menos intenta hacerlo. En esta exploración es importante valorar la actitud de las rodillas (rótulas, si “miran” hacia dentro o hacia fuera), así como el ángulo del paso, si dirige las puntas de los pies hacia dentro o hacia fuera.
Debería completarse la exploración de la marcha haciendo andar al niño de puntillas, sobre los talones, saltar de forma monopodal (a partir de los cuatro a cinco años), así como hacerle levantar del suelo, donde se le hace sentar.
Si se sospecha asimetría, realizar medición de los miembros inferiores.
FACTORES DE CONFUSIÓN
Las alteraciones torsionales de miembros inferiores pueden ser un factor de confusión, por lo cual durante el examen físico se debe realizar pruebas para descartar dichas alteraciones
  • Torsión tibial interna (¿genu varo?)
  • Anteversion femoral excesiva
  • Recurvatum de rodillas
  • Hiperlaxitud ligamentosa (¿genu valgo?)
Un error habitual del examen clínico, que también se produce durante la realización de las radiografías, es forzar la aproximación de los pies y de esa manera ocultamos las rodillas valgas.
EXAMENES COMPLEMENTARIOS
Las imágenes diagnósticas no son necesarias en deformidades angulares fisiológicas.
Se debe solicitar radiografía panorámica anteroposterior de miembros inferiores solamente cuando se sospeche deformidad angular patológica.
Los exámenes de laboratorio serán útiles sólo si se sospecha enfermedad metabólica: deformidades generalizadas, dismorfismo, talla baja, etc.
ENFOQUE TERAPEÚTICO
El papel del médico es explicar los cambios fisiológicos que ocurren en las extremidades inferiores de los niños, que usualmente mejoran espontáneamente y cuya historia natural no se modifica con el uso de calzado
Lynn Staheli, una de las personas que más ha publicado sobre el tema, resume su punto de vista sobre el “zapato correctivo”: “No ayuda a los niños, es costoso para la familia y es un descrédito para la profesión médica.”
El genu varo o valgo fisiológico se debe realizar observación clínica periódica.
En genu varo o valgo patológico: Se deben adoptar medidas terapéuticas, éstas dependen de la edad en el momento del diagnóstico y de la magnitud de la deformidad. No se justifica el uso de férulas. Se pueden realizar los siguientes procedimientos quirúrgicos que estarán a cargo del ortopedista:
  • Hemifisiodesis transitoria o definitiva.
  • Osteotomías para recuperar la alineación.
No se debe olvidar que el control del sobrepeso o la obesidad es indispensable para disminuir el genu valgo.
CONCLUSIONES
Después de revisar la evidencia expuesta, el equipo de medicina familiar de la Universidad Javeriana concluye:
  • La gran mayoría de las deformidades angulares son variantes fisiológicas. El Genu Varo es común en menores de 2 años. El Genu Valgo es común entre los 3 y los 7 años.
  • La mayoría de ellas se corrigen en forma espontánea y no requieren de manejo ortopédico alguno.
  • Las plantillas, “zapatos ortopédicos”, y férulas han demostrado ser inefectivos.
  • Cuando las angulaciones no se ajustan al patrón de edad, son asimétricas, producen dolor o limitación funcional, o se acompañan de otras características anormales se consideran patológicas y deben ser evaluadas.
  • El manejo de cada caso se hará en forma individual.

DEFORMIDADES ANGULARES DE MIEMBROS INFERIORES

Deformidad Angular

¿Qué es una Deformidad Angular?

 

 

          Denominamos deformidad angular al aspecto que presentan las extremidades inferiores de los niños formando un ángulo entre el muslo y la pierna, que es notorio a simple vista al mirarlos de pie y de frente o cuando los observamos de espaldas con las piernas juntas.
          Existen dos tipos principales de deformidad angular en las piernas de los niños, que son el “Genu Varo” y el “Genu Valgo”.
          Utilizamos el término de rodillas varas o "Genu Varo" a la postura en la que cuando los tobillos se tocan, las rodillas están separadas entre sí. Dicho de otro modo, las piernas se miran arqueadas hacia afuera, o el paciente se ve “charrito”.

          Utilizamos el término de rodillas valgas o "Genu Valgo" a la postura en la que cuando las rodillas se tocan, los tobillos están separados entre sí. En este caso las piernas tienen una disposición en X.
          Existe gran variabilidad individual en cuanto al grado de deformidad angular, que además va cambiando a medida que el niño se desarrolla, y que no es igual entre uno y otro niño, aunque en todos, de manera natural, sigue un patrón común de desarrollo que puede resumirse de la siguiente manera:
  • Al nacimiento existe un genu varo normal (media15°) y que suele ser más evidente a los 1-2 años.
  • Entre los 2 y 3 años se produce un cambio gradual del genu varo hasta alinear las piernas.
  • Entre los 3-4 años continua el cambio y ahora se produce un genu valgo progresivo (media 11°).
  • Finalmente alrededor de los 7-8 años se inicia una realineación fisiológica progresiva con pérdida del valgo, hasta alcanzar la alineación de la etapa adulta (Genu Valgo media 7°, variación +/- 3° grados). La variabilidad en cualquiera de estas etapas significa que es normal encontrar en un adulto desde un Varo leve hasta un Valgo moderado. 

¿Existen otras deformidades angulares en las piernas?

          Se pueden observar también deformidades angulares al observar las piernas vistas de perfil.  Lo normal sería que estén alineadas y que puedan hacer una extensión completa de la rodilla. Sin embargo, en algunos pacientes, predominantemente niñas o niños muy pequeños, es posible realizar una extensión mayor de la rodilla o que llega más allá de lo normal. Esto recibe el nombre de recurvatum de rodilla. Esta alteración es más relacionada a la gran elasticidad de los tejidos y articulaciones, que a un problema esquelético como tal. Será el Ortopedista el que determine que se considera por fuera del límite normal, siempre relacionándolo von la edad, género y antecedentes.

¿Cuándo debemos preocuparnos?

          El proceso de desarrollo que hemos descrito es habitual y suelen tenerlo todos los niños; el niño debe ir adaptándose a un patrón angular y rotacional que cambia durante el crecimiento, y es normal que los padres noten que en ocasiones el niño se muestra más torpe y cae con más frecuencia. Ello es normal y no debe preocuparnos.

          Sin embargo, aunque con mucho menos frecuencia, durante el desarrollo también existen algunas situaciones que consideramos anormales y que deben ser valoradas por el especialista en ortopedia pediátrica, y será el quién nos oriente acerca de las condiciones particulares de cada pequeño.

DEFORMIDADES POSTURALES

1- INTRODUCCION:

Desde el punto de vista de la filogenia , es decir la historia de a evolución humana , la transición de la postura corporal cuadrúpeda a la posición bípeda trajo consigo una serie de modificaciones corporales , producto de las nuevas demandas mecánicas y de la interacción en el entorno  , la orientación espacial de la cabeza, la columna vertebral y las extremidades; también conjunto a la transformación de las curvas fisiológicas del raquis para promover una postura estable e incrementar la resistencia  a cargas compresivas dispuestas axialmente. Se ampliaron las posibilidades de alcance visual, se favoreció la libertad de movimiento de las extremidades superiores y, con ello, el desarrollo de una gran cantidad de acciones motoras, como la capacidad de sujeción  y alcance de las manos, con la  cual se ampliaron sus aptitudes individuales y sociales. 
Sin embargo, la adopción y el mantenimiento de la postura bípeda también condujeron a una mayor actividad de grupos musculares posturales para contrarrestar la acción de la fuerza de la gravedad y prevenir la perdida del control de la posición.
Los diferentes sistemas corporales, necesitaron adaptaciones fisiológicas especiales para responder a la demanda de la postura bípeda.
El análisis ontogenia (desarrollo individual) permite observar cierto paralelismo con la evolución de la raza humana. Desde el nacimiento, la columna sufre transformaciones desde una posición de flexión derivada de la adoptada  durante la vida uterina (predominio de una actitud cifótica), que se modifica paulatinamente a medida que el niño se desarrolla y acrecienta el interés en su entorno. Acciones como sostener y girar la cabeza, adoptar y mantener posiciones como el decúbito ventral, con apoyos sobre codos y manos, cuadrúpedo, rodillas, bípeda y el comienzo de la marcha, conlleva a modificaciones estructurales del eje raquídeo hasta conseguir cerca de los 10 a los 12 años de edad, la determinación de las curvas fisiológicas que prevalecerán durante gran parte de la vida  del individuo.
Este desarrollo  trae consigo un incremento de la actividad de los músculos paravertebrales, los cuales actúan como erectores de columna vertebral. Los glúteos controlan la basculación excesiva de la pelvis hacia delante; los músculos abdominales y flexores de cadera trabajan sincrónicamente para equilibrar la acción de los músculos posteriores  (erectores, glúteos, e isquiotibiales). De igual manera los flexores y extensores de rodilla y tobillo se oponen de forma equilibrada para ayudar a preservar su postura.   
 Las alteraciones de postura se van presentando a lo largo de su vida, por las actividades de la vida diaria que  realizan en sus actividades.
Estas actividades de la vida diaria son el como sentarse, agacharse, levantar objetos pesados del suelo, tender la cama, tender ropa, trapear, planchar, lavarse los dientes, en el caso de los niños las mochilas pesadas y las bancas donde están sentados mas de cuatro horas en la escuela que no son anatómicamente funcionales, para su estatura , y si tomamos en cuenta que exista un niño zurdo difícilmente tendrá una banca para zurdos, todo esto día a día se van presentado las alteraciones posturales
La postura se determina mediante la coordinación de los diferentes músculos que mueven los músculos mediante la propiocepcion  o sensibilidad cenestésica, y mediante el sentido del equilibrio. 
La postura se considera con frecuencia mas una función estática que algo relacionado con el movimiento sin embargo la postura debe considerarse en el contexto de la posición que adopta el cuerpo como preparación al movimiento siguiente. Tradicionalmente, la postura se examina en bipedestación y sedestación.

2- DESARROLLO:

La postura corporal equilibrada cosiste en la alineación del cuerpo con una eficiencia fisiológica, biomecánica, lo que reduce al stress y sobrecargas ejercidas sobre el sistema de sustentación, por los efectos de la gravedad.
En la postura correcta, la línea de gravedad pasa a través de los ejes de todas las articulaciones con los segmentos corporales alineados verticalmente. La cabeza, el tronco, los hombros y la cintura pélvica son los segmentos más importantes que deben estar en equilibrio muscular y mecanico.1
La raza humana presenta la capacidad de ajustar y reajustar diferentes posturas, con el fin de garantizar la estabilidad corporal estática y dinámica en diferentes situaciones en las cuales las fuerzas que interactúan intentan sacar o mantener el cuerpo en equilibrio postural. Esta habilidad corporal del ser humano le permite alcanzar metas de orden funcional para interactuar con el medio que rodea, satisfacer sus necesidades y responder a los retos  que demandan el diario vivir.
La integridad y relación de los sistemas corporales juegan un papel relevante en el control postural y la relación entre los sistemas corporales juegan un papel relevante en el control postural.
Numerosos estudios han demostrado que factores como la herencia, las expresiones previas, en el entrenamiento y las características individuales, influyen considerablemente en las respuestas de ajuste postural.
Una deficiencia estructural y funcional de algún sistema corporal, la falta de actividad física y los antecedentes personales entre otros, son factores determinantes que en detrimento de la capacidad de respuesta para conservar o recuperar el equilibrio en una situación especifica.
FACTORES QUE ALTERAN LA POSTURA
Son muchos factores que influyen en la postura como se comento en la introducción, pero todos se relacionan entre si. Muchos de ellos pueden generar, acentuar o conducir diferencias de alineación postural,
La clasificación para facilitar el análisis postural  e identificar las posibles causas de est6as alteraciones posturales son:
  • Hereditarios
  • Físicos
  • Psicológicos
  • Contextuales

3.- VALORACION DE LA POSTURA

El análisis de las alteraciones posturales ser:
1.- historial clínica:
2.-valoracion postural en cuatro planos: plano anterior, lateral izquierdo, lateral derecho  y plano posterior.
La historia clínica se  tomaran los datos del paciente como nombre, sexo, profesión, fecha de nacimiento, edad, dirección, teléfonos, peso y talla, antecedentes patológicos, enfermedades actuales como diabetes o hipertensión y de le preguntara el grado del dolor, y donde se localiza.
Valoración de las alteraciones posturales:
El material que se requiere para el examen postural será una cuadricula de tamaño del cuerpo humano, una plomada, una mesa de exploración y sabanas. La hoja cuadricula estará en una pared pegada y la plomada colgada en el techo al frente para que el paciente se coloque atrás de la plomada en las diferentes posiciones que le indique el fisioterapeuta.
Lo que debemos observar en posición de bipedestación en el plano posterior:
Se realiza la valoración cefalocaudal, el explorador toma como referencia la línea media de la cuadricula  y la cuerda de la plomada  y la cuerda de la plomada.
Lo que debemos observar:
  • Inclinación hacia uno de los lados, de un segmento corporal o todo el cuerpo del usuario y ver si se acompaña de una rotación.
  • Hombros nivelados y simetría de la masa muscular de los músculos trapecio.
  • Escapulas aladas, en aducción, elevadas o deprimidas, simétricas o asimétricas.
  • Alineación rectilínea de la columna vertebral se valora con ayuda de la línea de la plomada
  • Nivelación de las espinas iliacas.
  • Nivelación de los pliegues glúteos
  • Rodilla , nivel de los pliegues poplíteos
  • Tamaño y simetría de las pantorrillas
  • Alineación de los tobillos

PLANO DE LA VISTA LATERAL (derecha e izquierda)
En este plano se estudian las curvas fisiológicas de la columna vertebral, las condiciones de la línea de la plomada que sigue la proyección del eje de la gravedad divide el cuerpo en dos mitades: anterior y posterior. Esta línea debe de cruzar por el conducto auditivo  externo, el acromion y el trocánter mayor, y pasa ligeramente por delante del eje articular de la rodilla y el  maléolo del peroné.
  • Posición de la cabeza respecto a línea de referencia
  • Posición de los hombros , si hay proyección hacia adelante,
  • Estudio de las curvas fisiológicas de la columna vertebral: lordosis cervical y lumbar y cifosis torácica.
  • Alineación y forma del tórax
  • Abdomen prominente
  • Rodillas en posición neutra
  • Altura y alineación de la bóveda plantar.

PLANO ANTERIOR
El propósito  del análisis postural en vista del anterior es corroborar el registro del estudio de la vista posterior y análisis de los segmentos que no son finalmente observables en las otras vistas.
  • Cabeza alineada con respecto al tórax
  • Simetría facial
  • Nivelación de los hombros
  • Nivelación de las crestas iliacas
  • Orientación espacial de las rodillas
  • Alineación del pie  altura dos arcos longitudinales mediales
  • Alineación de los ortejos del pie, presencia de callosidades en los ortejos e los pies
Es importante al realizar esta observación de valoración se anoten todas las asimetrías óseas y de los tejidos blandos.
Alteraciones posturales a encontrar en la valoración:
Escoliosis; es la curvatura lateral del raquis y una de compensación en dirección opuesta
Cifosis:(del griego kyphosis, joroba) exageración o angulación de la curvatura posterior del raquis, también conocida como giba joroba o curvatura de Pott., CIFOSIS: Desviación, congénita o adquirida, del plano anteroposterior de la columna vertebral y concavidad anterior, cuya deformidad más notoria suele ocurrir en la parte alta de la espalda (cifosis dorsal), que se curva exageradamente hacia atrás, dando lugar a lo que se conoce de forma vulgar corno chepa o joroba.
Hiperlordosis: aumento de la curvatura vertebral a nivel lumbar
Genu varum: (piernas arqueadas), corresponde a una alteración en el eje axial que presentan todos los niños durante su desarrollo, debido a la posición del niño en el útero
Genu valgo: disposición anatómica de las rodillas en forma de "X"
Genu recurvatum: es la hiperextensión de las rodillas
Pie plano: descenso del arco interno
Pie cavo: aumento del arco interno
Descenso de arco anterior: caída del arco anterior
Hallux valgus;   desviación del dedo gordo hacia los demás dedos, a los que cruza por encima o por debajo.
Acortamiento de una extremidad
Se colocaran todos los hallazgos en una hoja de valoración para poder dar el diagnostico, pronostico, la intervención, la reevaluación y dar de alta.

4- Hoja de valoración de las alteraciones posturales

Fecha__________
NOMBRE__________________________________________EDAD___________
Fecha nacimiento______________domicilio______________telefonos_________
SEXO: ________________________________ Profesión ___________________
Motivo de la consulta   ____________________fecha de inicio del dolor_______

IDENTIFICACION DE LAS ALTERACINES POSTURALES:
GRADOS DEL PIE PLANO SI SE ENCONTRO
OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO:
PLAN  DE TRATAMIENTO:
PRONOSTICO.

5.- CONCLUSION

La postura se considera con frecuencia más una función estática que algo relacionado con el movimiento; sin embargo, la postura debe considerarse en el contexto de la posición que adopta  el cuerpo como preparación al movimiento siguiente.
Estas alteraciones en la postura  son la base de muchos síndromes dolor neuromusculoesquelético regional.
Elegí este tema ya que todas las actividades de la vida diaria así como nuestras actividades profesionales y el sedentarismo, nos lleva a presentar alteraciones posturales el cual no hay una unificación de valoración en alteración posturales, crear una guía para la valoración de estas patologías, con el fin de poder realizar un buen diagnostico, pronostico y tratamiento para la atención a los pacientes.
Esto dará facilidad a los fisioterapeutas a realizar la valoración de las alteraciones de postura.

DISPLASIA DE CADERAS

La displasia de cadera es una de las anomalías de los miembros inferiores más frecuentes en los recién nacidos. Aparece en 3 de cada 1.000 niños, es más común en niñas que en niños y se da más frecuentemente en la cadera izquierda que en la derecha.
La displasia de cadera se produce cuando la cabeza del hueso del fémur y la cavidad de la pelvis donde éste se aloja no encajan de una forma correcta. La anomalía consiste en un desplazamiento hacia afuera de la cabeza del fémur, el hueso superior de la pierna que tiende a salirse de la cadera de forma intermitente. En los casos más graves, el hueso se coloca fuera de su posición natural de forma permanente. Es lo que se conoce como cadera luxada.

Causas de la displasia de cadera en el recién nacido 

Displasia de cadera en los bebés
Las causas que originan la displasia de cadera en el bebé no están claras. Se consideran factores predisponentes un peso elevado del bebé, la posición de nalgas, que sea el primer hijo, un embarazo múltiple, hipertensión arterial materna y la macrosomía del bebé. Algunos autores sostienen que se debe a la mala postura del feto en el útero materno, a un bajo nivel de líquido amniótico, a los antecedentes familiares, a un embarazo postérmino, a la cesárea o a que se haya producido una dislocación durante el parto.

Diagnóstico de la displasia de cadera en los bebés

El neonatólogo es quien se da cuenta de esta anomalía al explorar al recién nacido al momento del nacimiento, cuando le practica las maniobras de Ortolani y Barlow. Estas maniobras consisten en una serie de movimientos que, realizan con el niño tumbado boca arriba y lo más relajado posible, se flexionan y abren con delicadeza las piernas del recién nacido para comprobar si la articulación es correcta. Se hace primero en una cadera y luego en la otra. La maniobra de Ortolani permite comprobar si hay luxación realizando rotaciones de la articulación, mientras que la maniobra de Barlow permite comprobar si hay posibilidad de que se pueda producir una luxación. La mitad de los casos de displasia de cadera se detectan en el período neonatal gracias a estas maniobras.
El pediatra también puede observar que la forma de los pliegues de la pierna del bebé es asimétrica. Es un signo menos preciso, pero que puede hacer sospechar de una displasia de cadera. A partir de los tres meses del bebé, las maniobras son prácticamente negativas en todos los casos, por lo que se recurre a la observación de la asimetría de pliegues o al acortamiento de una de las extremidades para determinarla.
El diagnóstico precoz de la displasia de cadera es muy importante y más aún si existen posibles antecedentes familiares. Por este motivo, cuando el resultado de las maniobras no es claro, para mayor seguridad se realiza una ecografía de las caderas. Es importante que se pueda identificar y resolver tras el nacimiento del niño y antes de que empiece a dar sus primeros pasos. La displasia de cadera evita que el cuerpo esté perfectamente sostenido dando lugar a una asimetría entre las dos piernas.

Tratamiento de la displasia de cadera en los bebés recién nacidos

Sin embargo, corregir esta anomalía sencillo sobre todo cuando se detecta de manera precoz después del nacimiento del bebé. Los tratamientos varían en función de la gravedad del caso y de la edad del niño. Para mantener el fémur dentro la cavidad del hueso de la cadera se suele poner un doble pañal cruzado al bebé para que mantenga las piernas abiertas, cuando la displasia es leve. También se recomienda un tratamiento postural como, por ejemplo, llevar al bebé a horcajadas y que duerma boca arriba con las piernas abiertas para intentar que el hueso vuelva a colocarse naturalmente en su sitio.
Si la displasia es media o grave, se suelen utilizar prótesis blandas o rígidas u otros tratamientos como el arnés de Pavlik, que consiste en unas correas que mantienen las caderas en flexión de cien grados para reducir la luxación. Antes de los seis meses, no es necesario que se traten ortopédicamente todos los casos. Los recién nacidos pueden recuperarse con maniobras positivas. Si los tratamientos ortopédicos no corrigen la luxación, la cirugía puede ser la última solución.
El diagnóstico precoz es fundamental para comenzar con el tratamiento antes de que el bebé comience a gatear y a ponerse de pie. Si no se trata la displasia de cadera antes de que el niño empiece a caminar, puede dar lugar a problemas más graves como una cojera irreversible, lesiones en los huesos, asimetría de las piernas o artrosis precoz de cadera.
En algunos casos, hasta que el niño empieza a andar no se detectan síntomas de la displasia de cadera a pesar de haber dado negativo en las revisiones pediátricas. Un retraso en el inicio de la marcha, cojera al andar o una forma de caminar inestable (más inestable de lo normal en un bebé que empieza a andar) puede indicar una dislocación.

ENFERMEDAD LUXANTE DE CADERA

La Displasia Congénita de Cadera (DCC)

¿Qué es la displasia congénita de cadera (DCC)?

La displasia de cadera es un trastorno congénito (presente al nacer) de la articulación de la cadera. Se produce en uno de cada 1.000 nacidos vivos. La articulación de la cadera se forma como una articulación de bola y cótilo. En la DCC, el cótilo (o acetábulo) de la cadera puede ser poco profundo, lo que permite que la "bola" del hueso del muslo, también llamada cabeza femoral, se deslice hacia adentro y hacia afuera del cótilo. La "bola" puede salirse en forma parcial o total del acetábulo.


La mayor incidencia de casos de DDC se produce en las primogénitas en cuyos antecedentes familiares existe un familiar cercano con este trastorno.

Causas de la displasia congénita de cadera

La displasia de la cadera se considera un "rasgo hereditario multifactorial". La expresión herencia multifactorial significa que el defecto congénito puede ser provocado por muchos factores, que generalmente son tanto genéticos como ambientales.
En lo referido a los rasgos hereditarios multifactoriales, a menudo un sexo (el masculino o el femenino) suele verse afectado con mayor frecuencia que el otro. Parece haber un "umbral de expresión" diferente, lo que significa que un sexo tiene mayor probabilidad de padecer el problema que el otro. Por ejemplo, la displasia de cadera tiene una incidencia mayor en las mujeres que en los varones.
Se cree que una de las influencias ambientales que contribuye al desarrollo de una displasia de la cadera es la respuesta del bebé a las hormonas de la madre durante el embarazo. Un útero estrecho que no permite el movimiento fetal o un parto de nalgas también puede causar displasia de cadera. En general, la cadera izquierda está más afectada que la derecha por la posición del feto dentro del útero.

Factores de riesgo para la displasia del desarrollo de cadera

Los bebés primogénitos corren un riesgo mayor ya que el útero es pequeño y el espacio para que el bebé se mueva es limitado; hecho que afecta el desarrollo de la cadera. Otros factores de riesgo incluyen los siguientes:
  • antecedentes familiares de displasia del desarrollo de la cadera, o de ligamentos muy flexibles
  • posición intrauterina del bebé, especialmente con presentación de nalgas
  • asociaciones con otros problemas ortopédicos como por ejemplo, el metatarsus adductus, la deformidad de pies zambos, los trastornos congénitos y otros síndromes

Síntomas de la displasia congénita de cadera

A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la DDC. Sin embargo, cada bebé puede experimentarlos de una forma diferente. Entre los síntomas más comunes se incluyen:
  • la pierna puede parecer más corta del lado de la cadera luxada
  • la pierna del lado de la cadera luxada puede inclinarse hacia afuera
  • los pliegues en la piel del muslo o las nalgas pueden parecer desparejos
  • el espacio entre las piernas puede parecer más ancho que lo normal
Un bebé que padece displasia del desarrollo de la cadera puede tener una luxación de cadera parcial o total, o sea que la cabeza del fémur se desliza en forma parcial o total hacia afuera del acetábulo de la cadera.
Los síntomas de DDC pueden parecerse a los de otros trastornos médicos de la cadera. Siempre consulte al médico de su bebé para obtener un diagnóstico.

Diagnóstico de la displasia congénita de cadera

La displasia congénita de cadera es a veces evidente en el nacimiento. Apenas nace el bebé, el pediatra o especialista en neonatos lo examina en el hospital para detectar la posible existencia de este problema de cadera. Sin embargo, la DDC puede también no descubrirse sino hasta realizar exámenes posteriores. El médico de su bebé puede diagnosticar displasia del desarrollo de la cadera mediante un examen médico, durante el cual dispondrá de los antecedentes médicos prenatales y de nacimiento completos de su bebé, y le preguntará si algún otro miembro de la familia padece DDC.
Entre los procedimientos para el diagnóstico pueden incluirse los siguientes:
  • radiografía - estudio de diagnóstico que utiliza rayos de energía electromagnética invisible para obtener imágenes de los tejidos, los huesos y los órganos internos en una placa radiográfica.
  • ecografía (También llamada sonografía.) - técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia y una computadora para crear imágenes de vasos sanguíneos, tejidos y órganos Se utiliza para ver el funcionamiento de los órganos internos y para evaluar el flujo sanguíneo a través de diversos vasos.
  • tomografía computarizada (También llamada TC o TAC.) - procedimiento de diagnóstico por imágenes que utiliza una combinación de radiografías y tecnología computarizada para obtener imágenes de cortes transversales (a menudo llamadas "rebanadas") del cuerpo, tanto horizontales como verticales. Una TC muestra imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo, incluidos los huesos, los músculos, el tejido adiposo y los órganos. Las tomografías computarizadas muestran más detalles que las radiografías generales.
  • imágenes por resonancia magnética (IRM) - procedimiento de diagnóstico que utiliza una combinación de imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para producir imágenes detalladas de los órganos y las estructuras internas del cuerpo.

Tratamiento para la displasia congénita de cadera:

El tratamiento específico para la DDC será determinado por el médico de su bebé basándose en lo siguiente:
  • la edad gestacional de su bebé, su estado general de salud y los antecedentes médicos
  • la gravedad del trastorno
  • la tolerancia de su bebé a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
  • las expectativas para la evolución del trastorno
  • su opinión o preferencia
El objetivo del tratamiento es colocar la cabeza femoral dentro del cótilo de manera que la cadera pueda desarrollarse con normalidad.
Existen diferentes tratamientos para los bebés, entre los que se incluyen:
  • colocación de un arnés de Pavlik
    El arnés de Pavlik se utiliza en bebés de hasta 6 meses de vida para sostener la cadera en su lugar, al mismo tiempo que permite un movimiento restringido de las piernas. El arnés lo coloca el médico de su bebé y suele utilizarse de forma permanente durante seis semanas como mínimo, y de forma parcial (12 horas por día) durante los seis meses posteriores. Su bebé debe ser controlado con frecuencia durante todo este período para verificar si el arnés necesita algún ajuste y examinar la cadera. Al finalizar el tratamiento, se toman radiografías o se realiza una ecografía para controlar la ubicación de la cadera. A pesar de que se obtienen muy buenos resultados con el arnés de Pavlik, en ocasiones la cadera puede seguir teniendo una luxación parcial o total.

  • tracción y yeso
    Si la cadera está aún luxada de forma parcial o total, puede ser necesaria la tracción, la colocación de yesos o la intervención quirúrgica. La tracción es la aplicación de una fuerza con el fin de estirar ciertas partes del cuerpo en una dirección específica. Se efectúa mediante poleas, cuerdas, pesas y un marco metálico que se asegura a la cama o sobre ella. El objetivo de esta técnica es estirar las partes blandas circundantes a la cadera para permitir que la cabeza femoral vuelva a insertarse en el cótilo. Generalmente, se utiliza por un período aproximado de 10 a 14 días y puede realizarse tanto en la casa como en el hospital, según las recomendaciones del pediatra, el hospital y los recursos disponibles.
  • cirugía y yeso
    Si los demás métodos no resultan efectivos, o si se diagnostica DDC luego de los 2 años de vida, es posible que sea necesaria una intervención quirúrgica para colocar la cadera nuevamente en su lugar de forma manual, método también denominado "reducción cerrada". Si se realiza con éxito, se le coloca un yeso especial (llamado yeso pelvipédico) al bebé para sostener la cadera en su lugar. El yeso pelvipédico debe utilizarse durante un período de tres a seis meses aproximadamente, y es necesario cambiarlo regularmente para adaptarlo al crecimiento del bebé y para reforzar su rigidez, ya que puede ablandarse con el uso diario.

    El yeso permanece en la cadera hasta que ésta vuelve a su ubicación normal. Luego, puede ser necesario un aparato ortopédico especial y ejercicios de fisioterapia para fortalecer los músculos de las piernas y los que se encuentran alrededor de la cadera.

¿Qué es un yeso pelvipédico corto?

El yeso pelvipédico corto se coloca desde el tórax hasta los muslos o las rodillas, y se utiliza para sostener la cadera en su lugar luego de la intervención quirúrgica y así permitir la consolidación.


Instrucciones para el cuidado del yeso:

  • Mantenga el yeso limpio y seco.
  • Verifique que no tenga grietas ni roturas.
  • Forre o acolche los bordes del yeso para evitar heridas en la piel, si fuera necesario.
  • No inserte objetos dentro del yeso para rascarse.
  • Utilice, en cambio, un secador de pelo de aire frío para refrescar la pierna y calmar la comezón de la piel. Nunca tire aire tibio o caliente dentro del yeso.
  • No coloque polvos ni lociones dentro del yeso.
  • Cubra el yeso durante las comidas para evitar salpicaduras.
  • Controle que no se introduzcan juguetes u objetos pequeños dentro del yeso.
  • Coloque el yeso a una altura superior que la del corazón para disminuir la hinchazón.
  • No utilice la barra de abducción del yeso para levantar o cargar al bebé.

¿Cuándo debe llamar al médico de su bebé?

Comuníquese con el médico u otro profesional de la salud si su bebé manifiesta uno o más de los siguientes síntomas:
  • fiebre
  • aumento del dolor
  • aumento de la hinchazón por sobre o debajo de los extremos del yeso
  • drenaje u olor desagradable del yeso
  • dedos de los pies fríos

Perspectivas a largo plazo para un bebé con displasia del desarrollo de la cadera:

A pesar de que los exámenes de detección de DDC del recién nacido permiten detectar el trastorno de cadera precozmente, se pueden conseguir resultados muy satisfactorios si se comienza el tratamiento inmediatamente después del nacimiento. Muchos bebés mejoran con el arnés de Pavlik, la tracción y, o la colocación de un yeso. Sin embargo, se pueden necesitar intervenciones quirúrgicas adicionales ya que la luxación de cadera puede reaparecer a medida que el niño crece y se desarrolla. Si el trastorno no se trata, es posible que el bebé presente una diferencia en la longitud de las piernas y que cojee.